A-20´s Card

in Dragon Ball Z / GT characters

A-20
Japanese name
DokutÄ Gero
Latin name
A-20
Meaning
Número 20
Other names
C-20 / Dr. Gero
Race
Androide
Team
Red Ribbon

Historia

A-20, es el lider de los dos androides que aparecen en la ciudad Amembo, tres años después de que Trunks llegara del futuro por primera vez, para advertir a Son Goku del problema al que se enfrentarían con los androides.

Desde un principio, muestra una alta capacidad para el combate, y es en buena parte, causa de la destrucción de gran parte de la ciudad, únicamente disparando rayos con sus ojos.

Durante las primeras escaramuzas, se muestra arrogante y confiado en todo momento, convencido de que A-19 será capaz de hacerse con la situación, e incluso se ve más animado cuando Son Goku cae enfermo del corazón, y A-19 gana el combate. Sin embargo, su alegría duraría poco cuando Vegeta, también convertido en Super Saiya-jin elimina a su compañero con relativa facilidad. Ésto hace que A-20 se tome las cosas con más calma, y decida buscar refugio tras unas montañas, para replantearse su estrategia y buscar un modo de acabar con Vegeta y los otros Z-Warriors. No pasa mucho tiempo, para que decida, que como Vegeta es su único adversario a temer, lo mejor es absorber la energía de Piccolo, con el dispositivo que tiene en las palmas de sus manos, y seguidamente la de Son Gohan, Krilín y Ten Shin Han, estando preparado cuando termine, para enfrentarse al super saiya-jin.

Sin embargo comete dos errores al ir a por Piccolo: el primero, que no contaba con que el Namekusei-jin fuera capaz de disminuir su Ki, impidiéndole así hacerse con toda su energía, y el segundo, que los demás Z-Warriors detectarían el descenso en el Ki de Piccolo, acudiendo a su auxilio, lo que provocó que todos lo encontraran, y además, llevarse un buen golpe por parte de Son Gohan, para liberar a Piccolo.

Vegeta decidió acabar con él de inmediato, pero Piccolo se lo impidió argumentando que tenía derecho a vengarse del ataque por la espalda, y Vegeta aceptó a regañadientes. A-20 pensó que esta era su oportunidad ideal, pero Piccolo demostró que el androide estaba muy equivocado con respecto a su fuerza de combate, y el Namekusei-jin le propinó una verdadera paliza, y le inutilizó un brazo para impedir que absorbiera energía por él.

Pero antes del fin del combate, llegó Mirai No Trunks, regresado por segunda vez del futuro, y se encontró con que A-19 y A-20 no eran los androides a los que él se había referido cuando les advirtió del futuro, dejando a todos atónitos. Pero fue Bulma, quien, en aquellos momentos sobrevolaba por allí, quien descubrió la verdadera identidad de A-20, y por tanto el engaño: A-20 era el Dr. Gero. Por suerte para Gero, la llegada de Bulma distrajo a todos y le permitió escapar hacia su laboratorio donde pretendía activar a A-17 y A-18, los dos androides de los que había hablado Trunks.

Fue bastante costoso para el Dr. Gero regresar a su laboratorio, dado que para no ser descubierto tuvo que obviar la posibilidad de volar, y tuvo que regresar corriendo, en constante amenaza por ser descubierto por los Z-Warriors, e incluso Krilín llegó a encontrarse cara a cara con él en un momento, aunque por desgracia para el pequeño, no era rival para el androide que le propinó una buena paliza antes de seguir su camino.

De vuelta a su laboratorio, consiguió su objetivo, activando a A-17 y A-18, pero por desgracia para él, estos dos androides no le tenían en demasiada estima por haberles convertido en sus sirvientes, y estar bajo la constante amenaza de desconexión si no obedecían sus órdenes, por lo que pronto se sublevaron y A-17 eliminó al Dr. Gero con una patada que seccionó su cabeza.

Aunque ese fue el fin del Dr. Gero en la estapa de los androides, más adelante, en el infierno, se encontraría con el Dr. Myuu, otro loco científico capaz de asombrosas creaciones cibernéticas, junto al que crearía un nuevo A-17, con el objetivo de fusionarse con el viejo A-17 y formar así un nuevo Super A-17. Por desgracia, el Dr. Gero fue nuevamente traicionado, esta vez por el Dr. Myuu, que quería asegurarse el control total sobre su nueva creación.