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Planeta Nuevo Namek. La oscuridad provocada por un eclipse inesperado, cubre el planeta, llamando la atención de los Namekusei-jin. Sin embargo, el ocaso pasa rápidamente dejando claro que no se trata de ningún astro que esté ocultando temporalmente el sol, sino de un inmenso complejo espacial, que se abalanza sobre el planeta. Cuando está a escasa distancia, el complejo metálico comienza a transformarse, alargando unas extremidades que cubren al planeta como si de un abrazo se tratase. Los Namekusei-jin asustados, contactan con La Tierra y piden ayuda a Son Goku y sus amigos, que rápidamente se dirigen hacia el nuevo planeta Namek, en una nave de la Capsule Corporation. La tripulación se compone de: Son Goku, Son Gohan, Krilín, Oolong, Mutenroshi, Yajirobai y Piccolo.
Poco antes de llegar al planeta, se sorprenden de como la inmensa estructura metálica, cubre al planeta, y parece ir absorbiéndolo poco a poco. Una vez que han aterrizado, Moori, encadenado junto a una serie de Namekusei-jin en fila, como si de esclavos se tratase, les da la bienvenida y fruto de la desesperación les pregunta por qué han tardado tanto.
Los que les retienen son una serie de robots, con un fuerte blindaje, que ante la llegada de Son Goku y los demás, se disponen rápidamente a defenderse y hacerles esclavos también. Justo antes de que la batalla de comienzo, hace su aparición alguien inesperado sorprendiendo a todos con su voz. Los robots se van apartando para dejar paso en el centro al emisor de esa voz, y todos quedan boquiabiertos: es Cooler, ahora convertido en un ser totalmente metálico.
La batalla da comienzo, y todos los Z-Warriors comienzan a enfrentarse a los robots, quedando únicamente quietos, el nuevo Metal Cooler y Son Goku, que se observan el uno al otro. Los otro Z-Warriors rápidamente comprueban que no va a ser nada fácil deshacerse de los robots, dado que poseen un blindaje enormemente resistente, y ni siquiera Piccolo consigue hacerles el suficiente daño con sus golpes habituales. Por su parte, Oolong susurra amenazas a espaldas de los robots, de una forma bastante cobarde que recibe la reprimenda de Yajirobai, y Mutenroshi trata de golpear a uno de los robots sin ningún efecto. Los tres son rápidamente apresados. Krilín, como es normal en él, es el que más golpes recibe de los Z-Warriors, hasta que por orden de Piccolo, Son Gohan y él comienzan a atacar poniendo en cada golpe todo su Ki, consiguiendo así atravesar el blindaje de las máquinas y comenzando a destruirlas. Durante un buen rato, destruyen casi a la totalidad de estos robots, sólo sorprendidos cuando Piccolo es aprisionado por varios de ellos, y acribillado por las armas de fuego con las que van equipados. Son Gohan y Krilín acompañan al resto de prisioneros al complejo central desde el que son manejados los robots, mientras que Piccolo, lejos de haber resultado malherido, se muestra ileso, acaba su combate, y también dirige hacia el complejo para rescatar a los otros y tratar de acabar con el problema.
Por su parte, Son Goku y Metal Cooler comienzan su batalla particular, mostrándose bastante igualada, mientras Son Goku utiliza el Kaioh Ken en su estado habitual. Sin embargo, pronto Cooler muestra una potencia superior, y Son Goku se ve obligado a transformarse en Super Saiya-jin. En un descuido, Cooler consigue lanzarle muy lejos utilizando ondas de energía mental, pero Son Goku realizando una contra, volviendo a toda velocidad y propinando a Metal Cooler un golpe con el que atraviesa su cuerpo metálico y le secciona un brazo.
El problema parecía resuelto, quedando claro que la fuerza de Son Goku en Super Saiya-jin es suficiente para dañar y destruir al monstruo metálico, pero Metal Cooler no tarda en hacer desvanecerse su esperanzas, cuando su brazo es regenerado por completo. Entonces le explica, que el complejo está controlado por el Big Test, y se encarga de regenerar su cuerpo, por lo que podrá luchar indefinidamente, hasta que Son Goku se quede sin fuerzas. Ante esta revelación, Son Goku intenta eliminarlo por todos los medios, pero comprueba que además, ahora es más resistente. El combate empieza a desnivelarse hacia el lado de Cooler, y en poco tiempo tiene a Son Goku a su merced, dispuesto a darle el golpe de gracia.
Pero justo en ese momento, algo golpea a Cooler por sorpresa, apartándole de Son Goku. Es Vegeta, que rápidamente realiza su entrada habitual, anunciando que nadie salvo él, acabará con la vida de Son Goku. Vegeta se transforma entonces en Super Saiya-jin, y se enfrenta con furia a Metal Cooler, pero no tarda en comprobar, que al igual que Son Goku, él tampoco puede hacer frente a la ilimitada energía que el Big Test le provee a Metal Cooler. Muy cansados, Son Goku y Vegeta deciden entonces atacar al unísono, consiguiendo así atravesar de nuevo el cuerpo de Metal Cooler, y antes de que comience a regenerarse se ocupan de eliminar todos y cada uno de los pedazos que intentan recomponerse a sí mismos.
Parece que todo ha terminado, y Vegeta y Son Goku respiran aliviados, pero su alegría desaparece cuando, no uno, ni dos...sino toda una legión de Metal Cooler aparecen por sobre una montaña, mostrándose amenazantes. Los monstruos metálicos bajan por el desfiladero y se abalanzan sobre ellos...Son Goku y Vegeta saben que todo está perdido, pero que no les queda otra opción más que luchar hasta el final. La acción desaparece...los saiya-jin han sido derrotados y aprisionados en el interior del Big Test. Allí, descubren que el cerebro del complejo tiene la forma del rostro de Cooler, que está intentando hacerse con el control total del Big Test. Los saiya-jin han sido conectados a una serie de conductores de energía, que se utilizarán para absorber todo su Ki, y seguir creando más Metal Coolers.
Por su parte, Piccolo sigue investigando el interior del complejo, intentando llegar hasta el cerebro, pero es sorprendido por un Metal Cooler, con el que comienza un combate, pero para el que Piccolo no es rival suficiente.
La absorción de energía de los saiya-jin comienza, y Cooler, se rie pavorosamente de haber eliminado a los dos saiya-jin, y se mofa de poseer ahora suficiente energía para crear los suficientes Metal Cooler como para dominar la galaxia. Sin embargo, cuando cree que todo había terminado, Son Goku y Vegeta, muestran tener una reserva de energía enormemente superior a la que Cooler esperaba, y siguen desprendiéndose voluntariamente de su Ki, mandándolo a través de los conductores. Su plan tiene éxito, dado que la capacidad del Big Test para almacenar dicha energía es superada, y comienzan a producirse explosiones por todo el complejo. Cooler entonces, hace que el complejo se separe del planeta, para evitar que siga absorbiendo energía y se produzca una explosión a gran escala, pero Son Goku, ahora libre de sus ataduras, se dispone a lanzar su mejor ataque contra el cerebro de Cooler. Sin embargo, el cerebro se autogenera un cuerpo con la intención de atacar a Son Goku antes de que pueda reaccionar. Vegeta entonces, vuelve de la inconsciencia y ataca al monstruo, permitiendo a Son Goku ganar el suficiente tiempo como para lanzar su ataque final.
De este modo, el cerebro de Cooler es destruido, y el complejo del Big Test comienza a registrar explosiones masivas, hasta que se produce su destrucción total.
Mientras tanto, el resto de los Z-Warriors y Namekusei-jin, que han sido rescatados por Piccolo, celebran el fin de la aventura, sólo preocupados por Son Goku y Vegeta, que no tardan mucho en aparecer cayendo a gran altura, y estrellándose a gran velocidad contra el suelo. Con las semillas Senzu les curan y la aventura termina con todos felices y juntos, salvo por Vegeta, que regresa sólo a La Tierra, tal y como volvió. En su viaje de vuelta, Vegeta observa en su mano el chip original del que se formó el gran complejo del Big Test, y lo destruye.
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