• Medir la temperatura del agua antes de bañarse. Es mucho más efectiva que cualquier termómetro.
• Rascarse la espalda sin tener que contorsionar los brazos, a veces de forma dolorosa según el lugar en que esté localizado el picor.
• Librarse de las ataduras de un árbol. Muchos enemigos de Son Gokuh se olvidaban de que para mantener cautivo al chaval debían inmovilizar algo más que las piernas y los brazos.
• Lavarse la espalda y el trasero en la ducha. Incluso podría leer un tebeo con las manos libres mientras utilizaba la esponja o el cepillo.
• A falta de una escalerilla, Chichi lo utiliza para ayudarse a subir a la Nube Kinton, lo que significa una repentina pérdida de fuerza para Son Gokuh.
• Cogerse de la barandilla de la Torre Sagrada de Karín, y poder así salvar en última instancia el recipiente con el Agua Sagrada y el bastón del Duende Karín.
• Colgarse de los lugares más insospechados; por ejemplo, del brazo del musculoso monstruo Guiren, durante los Torneos de Artes Marciales, para escapar así de su campo de visión.
• Agitarla como si fueran las hélices de un helicóptero; así podía quedarse suspendido en el aire para no caer fuera del tatami en los Torneos.
• Hacer la zancadilla a un oponente; así consiguió derribar en una ocasión a Jackie Chun.

Y bastantes más cosas, que serían impensables para algunos de sus compañeros de raza, como Raditz, Nappa o el Príncipe Vegeta, seres arrogantes y poco prácticos cuya idea de llevar cola se reduce a un simple símbolo de orgullo y poder.