Akira
Toriyama es uno de esos locos y sorprendentes genios. Destaca por
su sentido del humor y de la familia. Sus series más conocidas
son Dr. Slump, con la simpática y traviesa Arale, y sobre todo
Dragon Ball, la serie que más exitos y satisfacciones le ha
dado. Comenzó a escribirla en 1986 y esperaba que fuese una
historia corta, de hecho solo la planificó hasta la primera
búsqueda de las Bolas Mágicas, pero debido a su gran éxito
continuó hasta lo que hoy conocemos como el final de Dragon Ball
Z (en la serie animada, en el manga siempre fue Dragon Ball), que
fue el momento en que cedió los derechos y pasó el testigo a
otro. A parte de estas dos series ha realizado muchas otras,
además de aportaciones a Shonen Magazine, la revista más
importante de Manga del Japón. De hecho Dragon Ball procede de
una de sus primeras series.
Este
loco autor siempre nos mete algún comentario o anécdota sobre
su vida en los tomos. Aquí teneis algunos de sus comentarios,
ilustraciones y fotos:
- Empezamos un año, y
me doy cuenta de que
cuando dibujé mi primer
cómic tenía 23 años.
Empiezo este año con
treinta. He logrado
convertirme en un
dibujante de comics
consagrado, pero esta
profesión es muy dura.
Cuando hay trabajo,
estás tan ocupado que
no tienes tiempo ni
para dormir, y cuando
no lo hay, como no
sabes que hacer, la
única posibilidad es
dormir. Ésta es la
situación. Odio estar
ocupado, pero como
no quiero carecer de
dinero, trabajo todo
lo que puedo.
Akira Toriyama, 1985
- En mi barrio
últimamente, hay mucha
animación. Se han
abierto muchas tiendas,
se han construido
nuevas calles, lo que
es muy útil, pero,
a cambio, hemos dejado
de ver comadrejas,
faisanes y ruiseñores.
También hay más ruido.
A mi, que soy
originariamente, del
campo, me gusta más
la vida tranquila
y calmada. Aunque sé
que hay muchos
inconvenientes, me
gustaría más vivir en
el campo.
Akira Toriyama, 1986
- Hace muy poco tiempo,
he tenido un hijo.
Por fin me he conver-
tido en padre. Lo que
me sabe mal es que no
puedo salir a diver-
tirme con mi mujer
los dos solos. Bueno,
cuando el niño sea un
poco mayor, podremos
ir los tres, y como
es un niño muy guapo,
le perdonaremos.
Además con la excusa
de que son para el
niño, me resulta más
fácil comparar jugue-
tes. Ahora tengo que
alternar con el tra-
bajo el cambio de
pañales.
Akira Toriyama, 1987
- Los días que dibujo,
me levanto a las 12
de la mañana, almuer-
zo y me pongo a tra-
bajar a la 1, cuando
viene mi ayudante
Matsuyama. Entre las
7 y las 8 de la tarde
ceno, saco al perro
a pasear y le pongo
la comida a los paja-
ros. Matsuyama se va
a las 9 y yo continúo
trabajando mientras
miro la tele. A las
11 me doy un baño y
después sigo dibujan-
do tranquilamente
hasta las 4 de la
madrugada, en que me
voy a dormir. Ese es
uno de mis típico
días de trabajo.
Akira Toriyama, 1987
- Mi hijo ya ha cumpli-
do 5 meses y está
cada día más grande y
sano. Pero Koge, el
gato que teníamos en
casa antes de nacer
el niño, no está muy
tranquilo. Antes no
se mostraba tan mimo-
so y, ahora, se pasa
el día pidiendo cari-
cias. Se pone a
dormir, a propósito,
sobre el colchón del
bebé y, cuando abani-
camos al niño, se
pone como si fuera un
bebé. Espero que se
hagan amigos.
Akira Toriyama, 1987
- Por primera vez sale
una foto en esta
sección. Somos mi
hijo, Sasuké, y yo.
Gracias a esta foto
en la que salgo con
cara de caérseme la
baba, no he tenido
que hacer el dibujo
habitual. Y he pen-
sado: "Lo haré siem-
pre así, a partir de
ahora", dejándome
llevar por la cabeza.
La próxima vez pondré
una foto de Koge, el
gato, o de Mato el
perro... ¡Qué fácil
va a ser a partir de
ahora!
Akira Toriyama, 1988