A-17, era uno de los dos androides asesinos que el Dr. Gero construyó para castigar a Son Gokuh por haber destruído los sueños del ejército de la Red Ribbon. Pero esta es la versión del futuro alternativo de Mirai No Trunks...
La realidad que Son Gokuh y los demás se encuentran en su línea temporal, es que, a pesar de ser aún más poderosos que los que había descrito Mirai No Trunks, van acompañados de un tercero, A-16, y que los tres son en realidad bastante pacíficos, que simplemente se toman su misión como un juego, y no tienen como objetivo arrasar el mundo o destruir la humanidad.
A-17 se considera a sí mismo como la creación más perfecta del Dr. Gero, el androide perfecto, y en ningún momento asume que A-16 pueda ser superior que él, o que el propio Cell suponga una amenaza.
A pesar de ello, salvo una asistencia que le hace a A-18 cuando todos los Z-Warriors intentan socorrer a Vegeta, no muestra ningún interés por la batalla hasta pasado bastante tiempo, cuando Piccolo, ya unido a Kami-Sama, se dispone a destruirle para evitar que sea absorbido por Cell. Sólo en ese momento A-17 hace un verdadero alarde de su poder, en una batalla que estaba comenzando a resultar épica, hasta que Cell hace acto de presencia para interrumpirla.
Debido a este suceso Piccolo interrumpe el combate con A-17 y se enfrenta a Cell siendo derrotado rápidamente. A continuación A-17 sufre también el despliegue de poder del androide orgánico, aunque la intervención de A-16, de un poder similar al de Cell, le salva momentáneamente.
Sin embargo, en un descuido de A-16, Cell aparece por detrás de A-17 consiguiendo absorberle y poniendo fin a sus andaduras.
Ya en Dragon Ball GT, A-17 reaparece en una vida pacífica tranquila en el bosque, que se ve interrumpida por la aparición de un alter-ego suyo, que el Dr. Gero y el Dr. Myuu han creado en el infierno. Una vez que ambos se reúnen, su programación les obliga a fusionarse, convirtiéndose así en Super A-17.